Productos Financieros

Qué son los productos financieros y cuántos tipos hay

Toda empresa que entra en el mundo de los negocios debe tener una mentalidad de inversor. Las finanzas deben concebirse como un producto que aporta valor a su comprador, ya sea porque le ayuda a ahorrar o a incrementar su rentabilidad económica. En este sentido, los productos financieros tienen una importancia enorme en medio de un escenario en el que empresas e inversores asumen riesgos y tratan de obtener una rentabilidad por su dinero, o bien obtener financiación para el desarrollo de un proyecto que le pueda reportar beneficios.

En este post te daremos las claves que necesitas conocer para entender la importancia de los productos financieros que constituyen componente clave en la formación empresarial de un profesional, directivo, emprendedor o inversor en un programa, como por ejemplo, el Executive MBA Madrid que prepara a los alumnos para que sepan utilizar sus medios y recursos de terceros con el fin de maximizar sus beneficios y desarrollar una estrategia ganadora en sus empresas.

¿Qué es un producto financiero? Concepto y definición

Dicho de forma muy básica, un producto financiero es una herramienta o instrumento que permite invertir en bienes y servicios, obtener financiación o aumentar el ahorro. Cualquier persona, física o jurídica, puede comprar un producto financiero, por lo que se trata de un mecanismo orientado a la obtención de beneficios que también pueden utilizar las empresas.

Todo proceso de compra-venta de productos financieros implica un comprador y un vendedor. Los vendedores suelen ser bancos y entidades financieras, corredores de bolsa o incluso entidades públicas, como el Instituto de Crédito Oficial. Todo fondo de inversión, acción, derivados, plan de pensiones, préstamo, crédito, depósito o cuenta de ahorro puede representar un producto financiero, aunque cada producto financiero está orientado a un tipo de destinatario.

Los productos financieros pueden implicar una inyección financiera, en el caso de las hipotecas, los préstamos y créditos, pero adquiriendo una obligación de pago con intereses. El pasivo de las empresas puede incluir este tipo de productos financieros como una forma de financiación. No obstante, un producto financiero también puede ser un activo que genere beneficios o ahorro a las empresas, como es el caso de las acciones y fondos de inversión.

Es de gran importancia en cualquier caso analizar de manera rigurosa y exhaustiva la rentabilidad de cada producto financiero, su volatilidad y el riesgo que supone para la persona física o jurídica que lo adquiera.

¿Cuáles son los tipos de productos financieros?

Existen diferentes tipos de productos financieros, que pueden clasificarse de diversas formas, por ejemplo a partir de su nivel de riesgo. Veamos algunos de los productos financieros que como inversor o empresa puedes adquirir.

Productos de ahorro

El producto financiero más básico es tener una cuenta de ahorro en un banco. Hoy día esto supone un riesgo financiero muy bajo, pero la rentabilidad es mínima. La gran mayoría de las cuentas de ahorro hoy día no suponen una inversión financiera como tal, sino más bien una herramienta operativa para poder acceder a otros productos financieros.

Por lo general, las cuentas remuneradas son la opción que mejor se puede considerar como un producto de ahorro, si bien el mero hecho de que una empresa o particular deposite su dinero en una cuenta de ahorro no es suficiente para prevenir la inflación.

Productos de inversión

Los productos de inversión tienen un nivel de riesgo más alto que las cuentas de ahorro. A su vez, pueden clasificarse en diferentes tipos de riesgo, desde los bonos del Tesoro y los depósitos a plazo fijo hasta los productos de renta variable, como acciones, fondos y derivados.

A su vez, estos pueden presentar diferente nivel de volatilidad y riesgo, y si bien pueden suponer una pérdida del capital invertido para empresas e inversores, también pueden suponer una fuente de ingresos financieros. La habilidad y conocimiento financiero de cada inversor para entender el mercado de valores, las oportunidades y los riesgos derivados de la actividad de las empresas y de la situación macroeconómica será un factor determinante para adquirir los mejores productos de inversión.

Productos de financiación

Por último, cabe destacar los productos financieros cuyo objetivo es no adquirir un activo, sino obtener financiación o dinero en efectivo para poder llevar a cabo un proyecto, cuyos resultados deben permitirnos sufragar el coste del dinero prestado y los intereses, además de los beneficios que pueda reportarnos.

Dentro de los productos de financiación, cabe destacar los préstamos, líneas de crédito e hipotecas, cuyo objetivo es que empresas y personas puedan disponer de una inyección de capital, de manera que puedan llevar a cabo sus proyectos sin necesidad de arriesgar su propio dinero y pudiendo así disponer de una mayor liquidez en el corto plazo.

Muchos proyectos empresariales nacen con la ayuda de productos de financiación, que pueden solicitarse tanto a los bancos como a entidades de crédito, grupos de inversión, inversores particulares o incluso otras empresas que quieran financiar un proyecto de negocio.

Tipos de productos financieros

¿Por qué es importante contratar productos financieros?

Los productos financieros son uno de los factores que ayuda a obtener la libertad e independencia financiera. Las personas y las empresas no funcionan exclusivamente con el dinero que obtienen de sus ingresos de explotación, es decir, relacionados con su actividad, sino que también disponen de ingresos financieros que pueden suponer una parte importante de tu estrategia de negocio.

Una empresa puede comprar participaciones en otras empresas, adquirir acciones o fondos o convertirse en propietaria de inmuebles con el objetivo de obtener rentabilidad de estos, aunque no esté directamente relacionado con su actividad. Esto permite que las empresas puedan crecer de manera más rápida, aumentar sus ingresos, favorecer el ahorro y expandirse por medio de la adquisición de participaciones en otras compañías.

Uno de los objetivos de la compra de productos financieros es la diversificación de las fuentes de ingresos, ya que las empresas deben contemplar escenarios en los que su core business puede verse perjudicado por la situación del mercado. Los productos financieros orientados a la financiación tienen también como meta principal que las empresas puedan acceder a una cobertura económica para hacer frente a sus proyectos, sin necesidad de arriesgar el patrimonio de la empresa.

Muchos emprendedores y nuevos negocios adquieren productos de financiación, pero también empresas que requieren una mayor seguridad financiera para poder abordar proyectos que requieren de la máxima liquidez. Entender las características de tu empresa y sus necesidades puede ser una de las claves para que puedas acertar a la hora de elegir los productos financieros más adecuados para tu negocio.