Coaching Empresarial Directivo

Coaching empresarial directivo, en qué consiste

Como bien dijo el CEO de Google, Eric Schmidt, en una entrevista: “everyone needs a coach”. El coaching es un arte que sirve para superar límites y destacar las fortalezas de un individuo o equipo con el fin de conseguir unos objetivos. La definición es simple, pero requiere tener en cuenta muchos matices y detalles para que sea eficaz.

El coaching es una herramienta fundamental para todo CEO que quiera llevar las riendas de su vida y su empresa, y debe incluir el manejo de emociones, la comunicación y considerar la salud mental de los trabajadores. Además, es el primer eslabón de la cadena de generación de motivación y formas de aumentar la felicidad de los empleados.

Existen varios estudios que avalan los beneficios del coaching para las empresas. Manchester Inc. realizó un estudio de 100 directivos por el que concluye que las empresas que invirtieron en coaching ejecutivo consiguieron mayor productividad, un mejor servicio al cliente e incluso mayor valor de sus acciones. 

EL PROCESO DEL COACHING 

El primer paso es generar una relación valiosa entre el coach y el ejecutivo (o coachee). En el coaching, es de vital importancia la colaboración de ambas partes para que la relación esté equilibrada y el proceso sea eficaz.

La función inicial del coach es activar su capacidad de escucha activa para identificar las cualidades y perfil más importantes del directivo, sus debilidades y fortalezas para crear un informe de partida que le permita crear el proceso de coaching más personalizado posible.

El coaching ontológico es una variedad que parte de la idea de que cada persona tiene su propia visión del mundo. Al partir de esta premisa, se trabaja con las características propias de cada observador, sin juzgarlo y respetando su modelo mental para ofrecerle las herramientas más ajustadas.

Cuando existe la suficiente información comienza el proceso de motivación y el asesoramiento. En esta etapa y siempre es importante mantener el equilibrio de responsabilidad de las partes, aumentándose aquí el compromiso del directivo, que es quien tiene que aplicar las lecciones del coach en el terreno y dar feedback. Aquí, el coach toma un papel de acompañamiento y asesoramiento.

La última fase tiene que ver con la evaluación posterior y el seguimiento, que sirven para no volver a patrones de conductas que fueron ineficaces o nocivos anteriormente.

El coaching suele definirse como un proceso cortoplacista, enfocado a la consecución de unos objetivos concretos. Como alternativa está el mentoring, una herramienta similar cuya principal diferencia es que tiene un carácter más a largo plazo. El mentoring considera el proceso de desarrollo del ejecutivo como un crecimiento personal y profesional que ha de ser sostenido en el tiempo.

LOS BENEFICIOS DEL COACHING 

Beneficios del Coaching Empresarial Directivo

  • A nivel personal, el directivo tendrá ventajas. El coaching funciona como un excelente reductor del estrés. Además, hace de la persona alguien mucho más flexible, con capacidad de adaptación a los cambios y la dota de una dosis de seguridad y empoderamiento.
  • Lo mejor del coaching es que genera externalidades: aunque las sesiones las reciba el directivo, los beneficios se extienden hacia toda la empresa. 

Los directivos que reciben coaching se sienten más capaces de aumentar la comunicación con su equipo, lo que genera confianza entre líderes y organización. De esta manera, se crea un ambiente propicio para la cooperación hacia una misma consecución de objetivos.

Los trabajadores se sienten cómodos, lo que facilita trabajar hacia un resultado común porque se sienten más motivados, creativos y alineados con su tarea. 

La menor rotación de los directivos también es muy importante a nivel de consecución de objetivos.

LIDERAZGO HUMANO: ATENCIÓN Y EMOCIONES

Aunque los beneficios del coaching son muchos, para mantenerlos en el tiempo han de tenerse en cuenta las dificultades que surgen de vivir en la era del bombardeo de estímulos y la hiperconexión. 

El concepto productividad de los empleados se ha medido tradicionalmente por las variables tiempo y habilidades dedicadas. En la actualidad, es muy importante tener en cuenta también el factor atención.  

A todo el mundo le ha pasado alguna vez que, mientras estaba en el trabajo realizando una tarea, su cabeza estaba en otro sitio. La desconexión del presente es muy común y disminuye los niveles de productividad.

Afortunadamente, podemos luchar contra ello. El mindfulness es una filosofía de vida de larga historia que está ganando terreno en el mundo empresarial. Aprender a concentrarnos en un mundo de sobre-información es una cualidad estrictamente necesaria.

Imagina poder aprovechar el 100% el tiempo que dedicamos a cada tarea. Es placentero, ¿verdad? Estar desconcentrado nos hace sentir estresados y hostiles con nosotros mismos, lo que lleva a actuar de maneras que no queremos. Está científicamente comprobado que vivir en el presente nos vuelve más creativos y emocionalmente inteligentes. 

El coaching debe estar en sintonía con un liderazgo humanista, involucrar el mindfulness y contemplar la empatía. La intención es tratar al directivo de una empresa como una máquina para el éxito y la consecución de objetivos, sino tener en cuenta que las emociones y los sentimientos intervienen en la gestión empresarial, por lo que hay aprender a manejarlos.