Emprender no es sencillo, y por este motivo analizaremos la metodología Lean Startup para facilitar y minimizar los riesgos de crear una empresa.
La mayoría de las startups, a pesar de estar edificadas sobre buenas ideas, quiebran en su primer año de vida.
En España, las barreras para abrir una empresa son escasas y crear un negocio desde cero no lleva demasiado tiempo. Sin embargo, tenemos una de las tasas más bajas de empresarios nuevos de toda la OECD.
¿Cuál es el principal problema causante de esto? Según los jóvenes, la falta de habilidades emprendedoras. El sistema educativo español no fomenta el emprendimiento. Si bien con la última Ley Educativa empezaron a aparecer asignaturas en secundaria como Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial, aún queda mucho por recorrer y no nos valen reformas parciales. Las Escuelas de Negocios de Madrid tienen un papel destacado y métodos de enseñanza innovadores que aplican en los Executive MBA para paliar esa falta de iniciativa emprendedora, potenciando el espíritu empresarial entre los alumnos, contribuyendo así, a aportar valor a la sociedad en su conjunto.
Cuando hablamos de habilidades emprendedoras nos referimos a aspectos como la tolerancia a la frustración, al riesgo, la capacidad de adaptación, la resiliencia, la resolución de conflictos, la gestión emocional, la automotivación, la autodisciplina, la comunicación… todas esas soft skills imprescindibles para los trabajos de hoy en día.
Eric Ries, emprendedor estadounidense, conocía muy bien todas las dificultades a las que se enfrentan las personas que emprenden. Por ello, escribió su libro ‘The Lean Startup’ donde explicaba esta metodología, inventada por él mismo, que ha revolucionado – y sigue revolucionando – el mundo de los negocios.
Qué es la metodología Lean Startup
Emprender es similar a estar enamorado. Los emprendedores están envueltos en una burbuja de emociones, serotonina y adrenalina que muchas veces les juega una mala pasada.
La mayoría de los proyectos de emprendimiento parten de muy buenas ideas. Pero el problema es justo ese, que solo son ideas de negocio sin validar ni siquiera con la elaboración de un plan de creación de empresa.
Es imposible hacer proyecciones específicas cuando el mundo está constantemente cambiando. Los consumidores eligen unos productos, se cansan, eligen otros, se vuelven a cansar… Los mercados están en un movimiento constante, tanto por parte de ofertantes como de demandantes. La competencia aumenta y, por si fuera poco, las tecnologías lo aceleran todo mucho más.
Eric Ries, frente a esta situación y haciendo uso de su formación como ingeniero, supo parar y pensar: los científicos, al contrario que los empresarios, saben ir lento. Saben hacer hipótesis, contrastarlas, corregirlas y volverlas a contrastar. Asumen perfectamente que sus ideas no tienen por qué ser veraces, sino que es estrictamente necesario confrontar estas ideas con el mundo real.
Así, de la mezcla de ciencia y negocios, nace Lean Startup. Esta metodología tiene que ver con la aplicación del método científico a la creación de empresas.
Principales características del método Lean Startup
¿Qué conlleva aplicar el método científico a los negocios? Principalmente, que la observación y la experimentación toman un papel esencial. El emprendimiento ha estado ligado durante mucho tiempo a tomar riesgos, jugársela y fiarse de la intuición. El método Lean Startup cambia completamente el paradigma. ¿Quieres que tu startup triunfe? Antes de tomar decisiones, sal terreno, prueba tu producto, halla datos empíricos y después, decide.
Ciclo Crear, Medir y Aprender
Eric Ries ha definido al proceso de creación de la startup como el ciclo ‘Crear, Medir y Aprender’.
- Para crear, lo primero que hay que hacer es construir un prototipo y formular una hipótesis. En la creación del prototipo no tenemos que invertir mucho – de hecho, une elemento fundamental de Lean Startup es hacerlo barato. Otra forma de llamar a este prototipo es Producto Mínimo Viable. En cuanto a la hipótesis, tiene que haber preguntas sobre la necesidad que nuestro producto quiere satisfacer, para después confrontar en el mercado si esa necesidad es importante para los consumidores y, sobre todo, si nuestro Producto Mínimo Viable les aportaría una utilidad suficiente como para comprarlo.
- El siguiente paso es medir. Esto conlleva recabar datos de todas las maneras posibles: encuestas, entrevistas, tests, etc. Para que nuestra información sea fiable y útil es necesario elaborar indicadores (KPIs).
- Ha llegado el momento de aprender. Comprobaremos entonces si nuestra hipótesis era correcta y, en su caso, seguiremos por ese camino perfeccionando nuestra idea. En caso contrario – suele ser lo más frecuente – reformularemos nuestra hipótesis y realizaremos los cambios oportunos a partir de lo que nos dice la evidencia.
Una vez completado este ciclo, tenemos que repetir el proceso. Ya sea que nuestra hipótesis era acertada o no, tenemos que volver a crear o perfeccionar nuestro prototipo. Este proceso puede repetirse todas las veces que sea necesario.
Aunque la principal finalidad de ‘Crear, Medir y Aprender’ sea recabar información para crear nuestro producto, muchas startups deciden utilizarlo también como estrategia de marketing, por ejemplo puede ser muy útil para conocer cual es el precio que estarían dispuestos a pagar los clientes por ese producto o servicio. Es decir, determinar los precios psicológicos de los productos o servicios. Esta estrategia puede ser una buena oportunidad para ir creando engagement con los clientes que forman parte de nuestra muestra. Las startups más atrevidas se atreven incluso a vender sus primeros prototipos.
¿Por qué está triunfando la metodología Lean Startup?
Existen varias ideas clave en la metodología Lean Startup que están presentes durante todo el proyecto. Podríamos hablar de ‘las 3 F’: Feedback, Fracaso y Flexibilidad.
Recibir feedback del mercado a la vez que definimos nuestro proyecto es un añadido de valor constante. Mientras que anteriormente dedicábamos mucho tiempo en perfeccionar nuestra idea para después, en un breve periodo, comprobar si funciona o no, ahora es al revés. Mientras creamos nuestra marca, de manera paralela, vamos contrastándola con el mercado; este gesto nos hace tan flexibles que nos permite hacer todas las correcciones necesarias a tiempo.
Por último, hablamos de tolerancia al fracaso. El fracaso aparece en la metodología Lean Startup, no como algo negativo, sino como algo lógico. Aquí entra en juego también la flexibilidad. Si tenemos capacidad de adaptación, el fracaso no es tan grave, puesto que podemos poner soluciones.
¿Qué es importante al aplicar el método Lean Startup?
Lean Startup implica el desarrollo de ciertas soft skills que nos valdrán tanto en nuestra vida profesional como personal, principalmente las ya nombradas: la tolerancia al fracaso y la capacidad de adaptación.
Tanto en los negocios como en la vida, no podemos seguir agarrados a nuestras ideas iniciales, hay que seguir avanzando.
Otras habilidades importantes al aplicar la metodología son la escucha y la empatía. Si realmente queremos hacer un producto enfocado al mercado, tenemos que hacer caso a los consumidores. Esto puede parecer simple, pero conlleva un ejercicio de humildad: hay que desechar lo que tenemos en la cabeza para adaptarnos a la realidad.
De una manera más analítica, es importante también utilizar el Lean Canvas. Este lienzo es similar al Business Model Canvas pero con algunas modificaciones. Nos va a permitir enfocarnos en lo realmente importante y ser más efectivos en el diseño del producto.
¿Qué beneficios traerá la metodología Lean Startup?
Para acabar con una idea completa de todo lo que supone esta revolucionaria metodología, vamos a repasar todas las ventajas que nos aporta.
Como hemos mencionado, disminuir riesgos es esencial. Normalmente pensamos que los emprendedores son personas que aman el riesgo, pero no siempre es así. A nadie le gusta que su empresa quiebre en el primer año de vida. El método Lean Startup ayuda a disminuir costes en el momento en el que es más necesario hacerlo. Minimizar el riesgo también disminuye el impacto emocional que tiene el fracaso de una idea de negocio.
Recibir feedback también es un beneficio importante, sobre todo unido al factor flexibilidad. De la unión de estos elementos se abre una puerta que nos hace ser más innovadores y creativos.
La metodología Lean Startup nos deja lecciones muy importantes: asumir que vamos a equivocarnos es mucho más lógico y positivo que intentar tender a hacerlo bien a la primera. Además, del ensayo y error, surgirán nuevos caminos y el aprendizaje será mucho mayor.